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      #3053 BASE es un documental que habla de un lugar desconocido, un lugar escondido pero a la vez  privilegiado, donde personas habitualmente rechazadas por la sociedad pueden estar y decidir hacer lo  que quieran con sus cuerpos. Lo que les mueve, lo que hacen allí, no solo suele ser socialmente condenado, sino que puede conllevar mucho peligro para su propia salud. En este espacio la gente acude para realizar consumos de drogas ilegales por vía inyectada, esnifada o fumada bajo la supervisión directa de profesionales de la salud, del trabajo social o de la psicología.


      Esa Narcosala, tal que se la llama en la calle, abrió sus puertas por primera vez en noviembre de 2003 con la urgente necesidad de proponer a los que se metían medidas para que no se matasen.  El consumo de sustancias ilegales no conoce fronteras, ni estratos sociales, ni poder adquisitivo, ni raza, género, o religión. Sin embargo la marginación de los consumidores se multiplica en función de la marginación de sus propios contextos y perfiles, mostrándonos la cara más vulnerable de los consumos crónicos y de sus consecuencias socio-sanitarias. Las consecuencias del consumo crónico de sustancias ilegales pueden ser nefastas y las políticas públicas para enfrentarlo hasta la fecha solían resumirse en la desintoxicación impuesta, por lo que se volvían inefectivas para mucha gente. Pero hay más.

       La epidemia del VIH/SIDA y las sobredosis por heroína marcaron una generación entera en Euskal Herria, en particular entre los años 80´s y 90´s, así como en todo el Estado Español. El consumo de drogas mataba entonces directamente por sobredosis o, a medio-largo plazo, por la contaminación y desarrollo del VIH/SIDA, así como de las hepatitis, debido al uso compartido de material de consumo.
El VIH/SIDA era en aquellos tiempos una enfermedad mortal y vergonzosa, y su desconocimiento asociado al tabú, no daba respuestas eficaces a la plaga. Bilbao no es casualidad. En este panorama, diversos actores sociales, políticos y de la sociedad civil, confluyen en la búsqueda de un proyecto que paliara estas consecuencias, intentando atacar el problema desde una política más pragmática: la de la reducción de riesgos y daños.

      A través de los testimonios de sus actores, #3053 BASE desvela un trabajo que apuesta por la salud, por el derecho a decidir sobre tu propio cuerpo y por la descriminalización de un colectivo que no quiere ser condenado a la clandestinidad y al silencio impuestos por la sociedad. El documental da la palabra a los que viven día a día la Narcosala: sus profesionales y sus usuarios, quienes nos presentan desde dentro cómo funciona el sitio, cómo ha ido evolucionando con el paso de los años, cuales son sus herramientas, las problemáticas que abarca, así como también nos enseñan los valores humanos que los que se meten no se maten.

    En el año 2014 y con 10 años de historia recién cumplidos, la Sala de Consumo Supervisado de Bilbao es un referente a nivel internacional que deberíamos mantener, no solo por lo que significaría para sus usuarios, sino porque una sociedad que no afronta y atiende sus problemáticas, es una sociedad sin aprendizaje, sin memoria y condenada a tropezar con la misma piedra.